El gran diseñador de ​papel pintado​ de la Revolución francesa

El ​papel pintado​ se ha usado ampliamente para embellecer el interior del hogar. Existen muchos tipos y diseños de ​papel pintado​ que se usan en las paredes. Por ello, es genial conocer a la persona que influyó en muchos diseñadores para que se creara el ​papel pintado​ que tenemos en la actualidad. En este artículo, hemos escrito la información que debe conocer sobre el gran diseñador de ​papel pintado​ de la Revolución francesa.

El ​papel pintado​ se ha usado ampliamente para embellecer el interior del hogar. Existen muchos tipos y diseños de ​papel pintado​ que se usan en las paredes. Por ello, es genial conocer a la persona que influyó en muchos diseñadores para que se creara el ​papel pintado​ que tenemos en la actualidad. En este artículo, hemos escrito la información que debe conocer sobre el gran diseñador de ​papel pintado​ de la Revolución francesa.
El gran diseñador de ​papel pintado​ de la Revolución francesa

El gran diseñador de papel pintado de la Revolución francesa

Jean-Baptiste Réveillon se considera un diseñador histórico de papel pintado que vivió durante la Revolución francesa. Su historia es una personificación de un empresario artífice de su éxito. La biografía de Jean-Baptiste Réveillon es una historia digna de conocer debido a las lecciones que enseña.

La vida inspiradora de Jean-Baptiste Réveillon

Jean-Baptiste Réveillon nació en 1725 en París, Francia. Su carrera se ha considerado como un ejemplo de un empresario artífice de su éxito. Antes de ser un empresario exitoso en la industria del papel pintado, adquirió experiencia trabajando como comerciante, mercero y papelero. En 1753, el papel pintado empezaba a volverse popular entre los burgueses como una forma de decorar los interiores sin gastar mucho. Al ver la necesidad de esta clase, Réveillon empezó a importar y a usar papeles pintados aterciopelados de Inglaterra. Durante la Guerra de los Siete Años, empezó a crear papel pintado. Durante ese tiempo, hizo papel de terciopelo, lo pegó en rollos y usó colores llamativos para hacerlo atractivo.

En 1759, cuando Réveillon se mudó a Faubourg Saint-Antoine, la producción de papel pintado estaba en su apogeo. Los papeles pintados producidos fascinaban a los nobles, por lo que patrocinaron los productos de Réveillon. Posteriormente, invirtió su riqueza para comprar una mansión y transformó la planta baja en una fábrica de papel pintado. Los pisos superiores los conservó como su residencia.

Debido a que para este negocio se necesita papel como materia prima, abrió una fábrica de papel para mejorar la cantidad y la calidad del suministro de papel. Luego, su siguiente paso fue abrir una tienda cerca de las Tullerías. El papier bleu d'Angleterre que diseñó Réveillon se volvió tan popular que incluso la reina María Antonieta decoró el apartamento con dicho papel pintado. Réveillon también hizo investigaciones para mejorar sus productos aún más. Asimismo, descubrió un proceso nuevo para fabricar papel vitela, y en 1783, se le concedió usar el título de Manufacture Royale. Cuando emigró a Inglaterra junto con su familia durante la revuelta contra Réveillon, arrendó la fábrica a Jacquemart y Benard, quienes continuaron con la industria hasta 1840.

La revuelta contra Réveillon

En 1789, Réveillon escribió un ensayo sobre la economía y la situación económica del país. Dijo: “Debido a que el pan era la base de nuestra economía nacional, su distribución debería desregularse, lo cual permitiría que los precios fueran más bajos. A su vez, esto originaría costos salariales más bajos, precios de fabricación menores y un consumo rápido”. Muchas personas malinterpretaron este ensayo. Así como cualquier rumor, se agregaron y quitaron partes de la historia por lo que se creó una connotación ligeramente distinta. Los trabajadores parisinos se enojaron por dicho apoyo de Réveillon y se reunieron en la ciudad para marchar y protestar. Estas protestas se convirtieron en disturbios, por lo que la multitud marchó hasta la propiedad de Réveillon e intentaron destruir la casa y la fábrica. Esto provocó la muerte de 25 personas aproximadamente, heridos y la destrucción de la propiedad.

Esto es lo que sucede con las afirmaciones que no se confirman. Réveillon simplemente se enfocó en el precio elevado del pan y no en los salarios. Sin embargo, debido a que el contexto no era el adecuado, pareció como si Réveillon estuviera quejándose sobre los niveles de los salarios. El invierno de 1789 fue una maldición para la clase trabajadora de París. La mala cosecha los obligó a subir el precio del pan y entró en juego la oferta y la demanda. Las ganancias que recibían solo eran suficientes para comprar un pan diario.

Los guardias franceses aplacaron los disturbios para que no empeoraran.