Snowboarding

No puede haber ninguna otra sensación como la libertad y la velocidad del snowboard en un día soleado y fresco en un hermoso campo nevado. Los retos son desafíos que te propones a ti Lee másmismo, llegando cada vez más lejos y saltando cada vez más alto hasta alcanzar la cima de tu éxito personal. Nuestras imágenes evocan esa sensación de espacio y luz y las impresiones en lienzo no se parecen a ningún cuadro normal. Llenas de colores brillantes, con una fotografía magnífica, la claridad es impresionante y más que suficiente para arraigar la atracción por el deporte, e impulsar a uno a alcanzar estas alturas vicarias.

Inicios

El snowboard moderno comenzó en Estados Unidos en 1965, con un ingeniero que unió dos esquís para que sus hijos pudieran surfear. Su mujer lo bautizó como snurfer, una mezcla de surfista y snow. Luego concedió la licencia del producto a Brunswick Corp, que llegó a vender un millón de ellos durante los diez años siguientes. A principios de los años 70, el ingeniero, llamado Poppen, empezó a organizar competiciones que atraían a competidores de todo el país. Uno de estos pioneros, dedicado al monopatín, diseñó su propia tabla de snowboard y la fabricó en un aula de la escuela. Tuvo tanto éxito que a mediados de los 70 fabricó tablas comerciales. En una competición de snurf, presentó una tabla recién diseñada. En medio de una protesta por el diseño de la tabla, se formó una división abierta, con un solo participante, y así nació el snowboard popular. Sin embargo, no todo fue coser y cantar. Los esquiadores se opusieron a que los snowboarders actuaran en lo que ellos consideraban sus pistas, y consideraban que su deporte era superior. Los snowboarders eran percibidos como gamberros, que actuaban y hablaban de forma diferente a los esquiadores más cultos. Pero el tiempo y la marea han pasado, y el snowboard se ha convertido en una actividad enormemente popular, y las dos facciones se aceptan ahora con más facilidad.

Estilos

Se han desarrollado varios estilos de snowboard, cada uno de los cuales utiliza técnicas y equipos especializados. Los estilos más comunes son el freeride, el freestyle y el race o freecarve. Aunque todos son diferentes a su manera, está claro que hay áreas compartidas entre ellos. El jibbing es el snowboard sobre superficies alternativas, como raíles metálicos, bancos, cornisas, paredes, rocas y troncos, y suele implicar la realización de trucos. El freestyle se define como cualquier tipo de snowboard que incluya trucos, utilizando superficies naturales y artificiales. Es muy popular entre los riders urbanos y las estaciones de snowboard. El alpino o freecarving se practica sobre nieve compacta o en pistas, y se realizan muy pocos saltos. No es tan popular como otras formas de este deporte, pero sin duda pone a prueba la habilidad y agilidad del rider. El Slopestyle es similar a una carrera de obstáculos, en la que los competidores realizan trucos sobre los obstáculos de un recinto utilizando saltos, jibs y cajas. El salto de puente, que aparece en las impresiones en lienzo, muestra cómo ha evolucionado el deporte, utilizando cada vez más vallas artificiales. El Big Air se define como un deporte en el que los riders realizan trucos desde saltos artificiales, apuntando tan alto y tan largo como sea posible, y terminando con un aterrizaje limpio. El halfpipe se realiza en una rampa o en un foso semicircular e incluye saltos y trucos tanto en el aire como en el tubo. El freeride se define como la conducción en cualquier terreno, y el descenso de picos muy montañosos. Los peligros naturales son invisibles, con el miedo a las avalanchas y a las grietas ocultas de la nieve blanda. Muchas de estas disciplinas aparecen en la selección de impresiones en lienzo, con los snowboarders realizando alucinantes saltos y giros en el aire. El snowboard olímpico debutó en los Juegos japoneses de Nagano en el 98, con dos disciplinas, el halfpipe y el slalom gigante. Tuvo tanto éxito que regresó cuatro años después, en Salt Lake City (EE UU). En los siguientes Juegos Olímpicos de Turín (Italia), se añadió el snowboard cross, en el que cuatro corredores a la vez compiten en un recorrido de baches, saltos y giros. En los Juegos de Sochi, en Rusia, en 2014, hubo 243 competidores de 31 países y se incluyeron dos nuevas pruebas, el slopestyle y el slalom paralelo. Ese año también fue reconocido como deporte paralímpico. Se trata de un deporte de gran repercusión para el espectador, que acude a miles de personas para presenciar el flamante espectáculo, jadeando y conteniendo la respiración colectiva mientras presencian saltos y trucos que desafían a la muerte, peligrosos y llenos de suspense. Esta es la sensación que se tiene al ver los lienzos de esta colección. La euforia es contagiosa. Atrápalo.
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